Heladeras, iluminación, hornos, secadores de mano, aparatos de aire acondicionado y televisiones son sólo algunos ejemplos de aparatos que están presentes en establecimientos de food service. El resultado de eso, todos sabemos, es la cuenta de energía eléctrica que suele ir a la estratosfera con todos los equipos prendidos al mismo tiempo.

Una cuenta de la Asociación Brasileña de Bares y Restaurantes (Abrasel) indica que las tarifas de energía eléctrica representan del 10 al 15% del costo mensual de los establecimientos. Se trata de una porción bastante grande de la pizza de pagos. Pero hay como ahorrar, con una inversión del costo de un auto popular que suele tener un payback de cuatro años: la instalación de placas solares.

Según Carlos Evangelista, presidente del Consejo de la Asociación Brasileña de Generación Distribuida, actualmente, dependiendo del consumo de la empresa, la instalación costaría entre 50 mil y 70 mil reales. “Hay distintos tamaños y modelos de placas solares fotovoltaicas, lo que hace con que cambie su costo y la cantidad necesaria de equipo para que la autoproducción lleve a cero el valor de la energía eléctrica al final del mes”, afirmó en entrevista a Food Connection.

Generación de energía remota

Evangelista explica que un bar, panadería o restaurante puede tener una conexión de energía solar incluso para el establecimiento que no tiene espacio para la implantación de las placas. Es el caso de los que quedan en la planta baja de edificios, abajo de edificios. 

“Es posible que el emprendedor instale las placas en su casa”, comenta el presidente del Consejo de ABGD. “Hay un procedimiento que se debe seguir en la instalación de estas placas, pero es posible producir la energía remotamente, por ejemplo, en el tejado de la residencia de este empresario o en un terreno que él haya parado, baldío. La producción se inserta en el sistema eléctrico y, si las placas producen más energía que lo que el establecimiento está consumiendo, el excedente puede aún llevar a cero o descontarse de la cuenta de luz de la casa del dueño.” Si él produce más energía aún que toda la que consume en todos sus emprendimientos y casas, el excedente vuelve en la forma de créditos en cuentas de luz futuras.

Por último, Evangelista aún recomienda la contratación de energía por suscripción, de condominios o haciendas de energía solar que, distribuidas por todo Brasil, prometen un descuento en la cuenta de cerca del 10%. “Pero ahí, en este caso, no hay ninguna inversión, ni instalación de placas solares. Es sólo la compra de la electricidad más barata directamente a la empresa que la produce.”

Mercado libre de energía para todos  

En 2024, la tendencia es que los establecimientos busquen fuentes alternativas de energía y reduzcan sus cuentas. Eso es porque el Ministerio de Minas y Energía del gobierno federal va a posibilitar la compra en el mercado libre de energía para todos los consumidores del llamado grupo A, lo que, resumiendo, significa todo tipo de empresa, como las que citamos aquí.

Atento a esta tendencia de autoproducción de energía por los establecimientos gastronómicos, las grandes marcas de equipos para cocina están migrando sus modelos tradicionalmente a gas, como chapas, freidoras y hasta cocinas, a modelos eléctricos.

Una forma de saber cuanto se puede ahorrar en energía y descubrir la inversión que es necesaria para la instalación de placas solares es usar el simulador de NeoSolar.

Acuérdese: ahorrar y ayudar al medio ambiente es lo que vale.